CLÍNICA DENTAL EN MIERES
El desarrollo de los dientes de leche comienza a partir de la sexta semana del embarazo y continúan hasta que erupcionan en la boca. El primer diente de leche aparece aproximadamente a los seis meses y el último a los tres años. Durante esa etapa de crecimiento los dientes definitivos se encuentran dentro de las encías y se están desarrollando hasta que llega el momento del recambio dentario.
Entre otros, los dientes están compuestos por calcio que proviene fundamentalmente de la dieta. Desde nuestra clínica dental en Mieres sabemos que una dieta equilibrada durante el embarazo y en los primeros años de vida ayudará a que los dientes nazcan sanos y fuertes.
Mamá, papá ¡ya tengo un diente!
El cuidado de los dientes debe comenzar idealmente antes de la erupción. Masajear las encías con una gasa húmeda al menos una vez al día, ayudará a estimular la erupción. Una vez que aparecen los dientes en boca, se recomienda realizarlo al menos dos veces al día.
A partir de 1 año:
Y hasta los 3 años, se recomienda que un adulto cepille los dientes del niño con un cepillo suave y de cabezal pequeño al menos dos veces al día. Se recomienda además utilizar una pasta de dientes adecuada a su edad. Utilizando siempre una cantidad semejante a una lenteja.
A partir de los tres años, el niño debería estar acostumbrado al hábito de cepillar los dientes dos veces al día, es en esta edad, cuando se recomienda que sean ellos los que aprendan a usar el cepillo, siempre revisados por un adulto que deberá repasar la tarea realizada por el niño.
Hasta los cinco años, no son capaces de realizar una técnica de higiene adecuada.
Preparándose para el Ratoncito Pérez:
Aproximadamente a los seis años comienza el intercambio de los dientes con la salida de las primeras muelas definitivas. Este fenómeno se produce sin que ningún diente comience a moverse, inmediatamente por detrás de las muelas de leche. Es importante vigilar la aparición de estas muelas y su colocación, por ello esta es una de las revisiones más importantes a las que su hijo debe acudir.
Con el fin de detectar problemas lo antes posible, es probable que el dentista le proponga realizar una radiografía panorámica a su hijo. Con ella, podrá detectar ausencias dentarias y caries entre los dientes, entre otros. Esto no supone ningún riesgo específico para el niño y constituye una práctica muy común.